Hemos visto con desagrado, la “opinión” personal en las redes sociales, sobre la transparencia y seriedad de CADECA para enfrentar las operaciones del Mercado Cambiario.
La opinión personal de todos y todas la respetamos, es su criterio. Sólo que cuando ese comentario brota de una persona públicamente expuesta, debería medir nuestro verbo, pues quizás sin pretenderlo, puede servir, como está sucediendo, a enemigos inescrupulosos que pretenden destruir, todo lo que tanto esfuerzo se ha construido.
CADECA es una institución pública, estatal, sujeta en todas sus estructuras, a la supervisión, el control interno y al escrutinio de las autoridades competentes, internas y externas.
Todas las operaciones en CADECA mantienen la trazabilidad, que el Sistema Bancario Nacional, al cual pertenece, tiene implementado en normas y procedimientos de trabajo. Todas las operaciones son auditables, pero también requieren del secreto bancario, pues el enemigo de nuestro pueblo, acecha.
Pretender un escrutinio popular a la disponibilidad de divisas, es aspirar comparar a CADECA con una subasta pública de un mercado capitalista, donde la falta de transparencia, el uso de cargos para delinquir y el enriquecimiento ilícito son la práctica y el sustento.
Los más de mil trabajadores y cuadros de la entidad no aceptamos ni concordamos, con la irrespetuosa profecía emanada de un juicio personal o no, no lo sabemos, de su augurio de un “futuro tristemente célebre por la oscuridad de su gestión y caldo de cultivo para un viejo negocio”.
Somos y seremos, una entidad dedicada al negocio bancario, enmarcada en su objeto social, presta para servir al cliente, con calidad y transparencia en sus operaciones, serios en su actuar, diligentes, respetuosos, con el debido control y siempre al servicio de la Revolución, que cada día apuesta por un futuro mejor y colabora junto al pueblo cubano, con su gestión, al desarrollo sostenible de la economía nacional.
CADECA MUCHO MÁS QUE UN CAMBIO SEGURO, AL SERVICIO DE LA REVOLUCIÓN.
