CADECA celebró su 28 aniversario

Todo comenzó en el año 1994, un proyecto que podía parecer ambicioso para su momento pero que de a poco fue insertándose en el imaginario popular.

Los inicios cómo suelen decir siempre resultan complicados, son caminos que muchas veces no se conoce los desafíos que pueda traer, aún así un grupo de personas maravillosas decidieron enrumbar juntos esa travesía llamada CADECA.

Hoy llegamos a los 28 años, aniversario que en estos últimos dos años ha repercutido en nuestra entidad y nos ha hecho entender que debemos valorar lo que tenemos.

La COVID hizo replantearnos nuevas maneras de proyectarnos con un denominador común, la unión entre todos y todas. CADECA se vio en la necesidad de ampliar su diapasón de servicios, en busca de nuevos sectores estratégicos. Aún continuamos en la batalla diaria de demostrar la importancia de Casas de Cambio.

Sería imposible nombrar a las personas maravillosas de este gran barco, quedaría alguna por nombrar, imposible dejar de mencionar a Félix Rodríguez, los hermanos Vale y Gloria, que, aunque los años pasen, siguen siendo figuras que se oyen en los pasillos por su entrega y dedicación.

Nunca pares, nunca te conformes hasta que lo bueno sea mejor y lo mejor sea excelente. Esto probablemente es el resumen de CADECA en estos últimos años, años que han exigido dar lo mejor de nosotros.

Un aniversario más demostrando que el trabajo arduo y honesto nos puede llevar a un mejor lugar, porque, aunque le tuvimos miedo al cambio, apostamos por lanzarnos a nuevos espacios con metas diferentes.

Cuba está pasando por grandes problemas y aún así hemos logrado mantenernos a punta de empeño y dedicación. Hoy le decimos adiós a todos los que de alguna manera han transitado por cada espacio nuestro, pero por sobre todo el agradecimiento infinito a los que todavía creen en la ilusión de la mejora, en las ansias de continuar elevando la figura de CADECA.

De lanzar la piedra sin temor a equivocarnos y sobre todo de aceptar que cada uno de los que está presente aquí hoy somos diferentes, pero trabajamos para sacar adelante una sola cosa.

Hagamos un paréntesis y pensemos que el COVID nos enseñó que la vida es más efímera de lo que creemos y que el abrazar a quién amamos, el decir lo que queremos son de las cosas más valiosas que tenemos y no somos conscientes. Por eso permítete emocionarte cuando así lo sientas, vive del recuerdo bonito de CADECA, ya irás cosechando otros, piensa que la fortaleza de cada uno de nosotros proviene de lo que somos capaces de proyectar y, entonces cuando logremos ver esto, miraremos con más sentido de pertenencia la avenida de 26 y sus instalaciones.

Quedaría bien merecido un homenaje sencillo a quién de la forma más injusta se nos fue, un ser humano excepcional y sacrificado por su trabajo. Kiki que hoy está en el cielo viéndonos a todos, seguramente ahora estaría de banquete, haciendo lo que más le gustaba, con su voz tan peculiar, su cariño tan estruendoso y sobre todo su sentido del humor. Para ti Kikito un beso y abrazo de todos los que tuvimos la oportunidad de conocerte.

Por lo pronto nos queda seguir agrupando historias para contar, trabajo por hacer, risas para alegar el día cuando el negro predomine, almuerzos que compartir, temas de trabajo para discutir y principalmente celebrar la dicha de estar vivos, que sin duda es la mejor lección que nos deja.

A cada uno de ustedes gracias por estar, por quedarse, por cuestionar cuando no están de acuerdo en algo, pero por sobre todo no abandonar el barco del cual tenemos la premonición que llegará a puerto seguro y, justo ahí cuando nos quede el último aliento sabremos que hemos pisado tierra firme.

Felicidades.